
Recuerda que los días más importantes en las Navidades de su infancia eran el día 24, Nochebuena; el día 25, Navidad y el día de Reyes.
Era otra época y no se tenían tantas cosas como ahora, ni se ponían tantos adornos. En su casa ponían un Niño Jesús y recortaban ángeles. Como iba a un colegio religioso, “Sta Ana”, allí hacían y un Belén muy grande y colaboraban todas las alumnas para montarlo. Se acuerda como llevaban a todas las chicas (pues el colegio era sólo de niñas) a los pinos a coger musgo. En el colegio hacían una representación para Navidad, cantando villancicos que les enseñaban. Entre ellos estaban: “Campana sobre campana”, “Arre borriquito”, “Adeste Fideles”, “Ande, ande, ande…”, “Duerme niño mío”, “Es Navidad oh hermoso día”; Con los villancicos tocaban la pandereta y también la zambomba.
Cuando llegaba el día 24, iba con sus padres (mis bisabuelos Lorenza y Emilio) a casa de sus abuelos paternos, en la c/ portal de Valencia, donde pasaban Nochebuena y también Navidad.
Era la época de la posguerra y la gente no tenía muchos medios económicos. Por lo tanto, la cena se basaba en productos que ellos mismos tenían en casa. También, otros productos, como el aceite, iban con una cartilla de racionamiento a solicitarlos.
De primero, tomaban cardo de la huerta con salsa de almendras y después, de segundo, pollo de corral guisado con pimiento y tomate.
Lo que más le gustaba eran los turrones artesanales, que compraba el abuelo en pastelerías Manuel Segura. Esta pastelería está desde 1874. Recuerda en su memoria, cuando su abuelo Tomás (que en el pueblo le llamaban Tomás el compañero) venía con sus padres, de comprar los turrones que envolvían en un paquete atado con un lazo. Entonces no había tanta variedad de turrones como ahora. Los que tenían eran; turrón de mazapán con frutas, yema tostada y barric
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Después de la cena, a las doce de la noche, iba toda la familia a la “Misa del Gallo” y allí también acudían casi todos los vecinos del pueblo. En la “Misa del Gallo” se celebra el Nacimiento de Jesús.
Al día siguiente (día de Navidad) comían en otra habitación de la casa que llamaba “la sala” dónde habitualmente no lo hacían. Esta sala, tenía un salón y una alcoba dónde había una mecedora que le gustaba mucho a mi abuela.
En la comida de Navidad, Había lo que allí llamaban “sopa Roya” (que es sopa hecha con caldo que lleva jamón y gallina entre otras cosas) y, de segundo plato, “abadejo” (que es el bacalao). La ensalada estaba hecha con apio de la huerta.
Aquellos años hacía más frío que ahora y en la casa había una “cadiera” donde se calentaban con el fuego de la leña, poniéndose toda la familia alrededor. Allí, había un banco donde mi abuela le gustaba mucho sentarse, pero era un sitio que en el momento que venía su abuelo del campo estaba reservado para él, y poderse calentar. Dice que nevaba mucho y había muchos “chorlitos” de hielo que colgaban de los tejados. Le gustaba ser la primera en pisar en su calle la nieve y dejar sus huellas con las botas de agua.
El día de Nochevieja no lo celebraban tanto, ya que mi bisabuelo (para sacar un dinero extra) trabajaba de portero en el casino de Daroca dónde había, ese día, una cena con animación

Cuando se iba acercando el día de Reyes ponían los juguetes en la imprenta “El Molino” (que también era la papelería del pueblo) y allí iban los niños a verlas y a dar la carta al Rey Mago que allí ponían. Antes se respetaban las tradiciones de España y todavía no ponían regalos para Papa Noel. Después iban a la confitería a comprar caramelos. No ponían los Reyes tantos juguetes como ahora. Sí recuerda que los jefes del comercio donde trabajaba su padre, le regalaban un libro y en su interior tenía dinero. A ella le gustaba comprarse cuentos. Leía mucho el TBO.
Mi abuelo Jesús, que ha escuchado lo que mi abuela decía, ha querido colaborar contándome que él, cuando era pequeño, vivía en Zaragoza, en el barrio de “Las Fuentes” y que en Navidad cantaban villancicos recorriendo las casas del barrio. En la noche de Reyes siempre salía en una cabalgata en la que llevaban antorchas.
OPINIÓN:
Les ha hecho mucha ilusión contarme estas cosas de su infancia y recordar las Navidades de aquella época que tienen muchas cosas diferentes a las de ahora y a mí también me ha resultado una experiencia muy interesante.
PABLO
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