miércoles, diciembre 17

Navidad en Épila,(Zaragoza)

Este puente de la Constitución, teníamos que hacer un trabajo: “Navidad y Tradición”. Había que preguntar a personas mayores y mi bisabuela, Julia Marcos, de 83 años de edad, era perfecta para esto. Aunque se olvida de cosas y repite muchas veces otras. Ella vivía en una cueva, que era una casa excavada en la roca de una montaña; típico de la localidad de Épila, (Zaragoza). Actualmente vive mucha gente en ellas. Por aquel entonces, la Navidad era incluso más deseada que ahora, porque se comía el mejor pollo, conejo… que tenían. Y compraban, el que tenía dinero, un poco de turrón o se lo apuntaban en la única tienda donde vendían y, cuando tenían dinero, lo pagaban. Navidad, Noche Buena y Noche Vieja eran también los días más importantes de las Navidades, aunque de decoración, prácticamente, sus padres no ponían nada. Más adelante, para sus hijos, sí que ponían el Árbol de Navidad. Lo que sí hacían los niños, era tocar la pandereta, en casa, por las calles… en todas partes. Y cantaban los típicos villancicos, como: “A belén pastores” Su recuerdo es que era más feliz que el resto del año, porque había más cosas y comía turrón, que le encanta. Antes, los regalos (Juguetes)… ¡Eran escasos! Y los compraban los que tenían dinero. Algunos juguetes, como las muñecas, la gente se las hacia de trapo. Hablando con ella me comentó, que por aquel entonces, había sido privilegiada. Sus padres la querían muchísimo, la consentían y le daban todo lo mejor. Era adoptada e hija única. Cuando era pequeña la cogieron sus padres del hospicio de Zaragoza. La única opinión de mi bisabuela Julia es que le gustaba, le gusta y le gustará mucho el turrón. He descubierto que antes no podían permitirse tantas cosas y no venía Papa Noel, ya que era americano, y que ahora es consumismo y moda, mientras que antes era sentimiento y necesidades.

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