LA CASA DEL INDIANO

Érase una vez un niño llamado Mariano. A Mariano no le apetece ir a vivir un pueblo de Asturias con sus tíos. Su tía se llama Clara y su tío se llamaba Ricardo. Cuando el tren se detuvo en la estación de Oviedo, Mariano ya llevaba un rato junto a la puerta. El revisor le ayudó a bajar la maleta. Mariano se dirigió al coche. Su tío Ricardo paró el coche frente a una cafetería y entraron. Ahí le sirvieron unos platos. El tío Ricardo le dijo a Mariano: “Tus padres están en la Himalaya”. Y Mariano dijo que sí. Más tarde se fueron a Peñainfierno. Mientras tanto sus padres estaban haciendo un documental para la televisión y hacen muchos viajes. Al cabo de un rato llegaron a casa de sus tíos. Mariano se fue a dar una vuelta para conocer a gente. Al cabo de un día conoció a una chica llamada Alia y se hicieron amigos, ya que eran compañeros de instituto. Alia decide hablar de la casa del Indiano. A Mariano se le ocurre ir a esa casa y Alia decide irse con él. Su tío Ricardo les dijo que tuvieran cuidado y Mariano le respondió: “Vale, tío Ricardo”. Entraron a la casa, oyeron unos ruidos muy raros y, al final, se fueron corriendo de esa casa. Mariano le preguntó: “¿Puedo quedarme en tu casa? Alia le dijo: “¿Para que?”. Y el le contesto: “Para vigilar la casa”. Los dos vigilaron la casa y no notaban nada raro. Decidieron entrar otra vez y subieron al segundo piso, hasta que Alia gritó porque vieron a un zombi. Se fueron y no volvieron más a la casa del Indicano.
OPINIÓN:
Me gusta este libro y os aconsejo leerlo y no sé si esta historia es verdad.

David